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Entre el 2007 y el 2022 en Oaxaca 283 mil hectáreas de tierras agrícolascambiaron su uso a la ganadería o se dejaron en el abandono.
Éste es uno de los principales hallazgos del Censo Agropecuario 2022, cuyos resultados oportunos presentó ayer el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi).
Hace diez años Abel y su hermano Aristeo dejaron de trabajar dos hectáreas que poseen cerca del río que atraviesa el municipio de Abejones, en la Sierra Norte, porque “desde que ya no llueve mucho, ya no se da” la cosecha.
Si pudiera elegir y tuviera el dinero, Abel ya habría cambiado el uso de esas dos hectáreas de tierra para pastorear cebú, pero no tienen los recursos para comprar los 800 metros de alambre de púas que le permitan cercar su terreno, ni la manguera, ni mucho menos los 10 mil pesos que le han dicho cuesta un animal en pie de un año de edad.
Él, un hombre de 58 años, dejó temporalmente de trabajar otras dos hectáreas de tierra porque la necesidad de mantener los estudios de dos hijas y tres hijos lo orilló a radicar siete años en Los Ángeles California en un trabajo irregular de jardinero.
“No siempre había trabajo, pero logré que terminaran de estudiar”, expresa un campesino que no alcanzó a ahorrar dinero para emprender otra actividad que no sea la actividad en el campo para autoconsumo.
Sembradas 1 de cada 3 hectáreas con vocación agrícola
De las 9.4 millones de hectáreas que conforman la superficie estatal, 2.9 millones tienen vocación agropecuaria, lo que ubica a Oaxaca como el octavo estado del país, ya que el primer lugar lo ocupa Chihuahua, seguidos de Sonora, Coahuila, Veracruz, Tamaulipas, Jalisco y Chiapas.
Sin embargo, durante el Censo Agropecuario 2022 las y los productores declararon 415 mil 495 unidades de producción distribuidas en un millón 217 mil 463 hectáreas, de las cuales únicamente un millón 121 mil 960 son de uso agrícola, pero 140 mil 441 hectáreas no se trabajan porque están enmontada, son parte del bosque, selva, pastos naturales o se utiliza para pastoreo, mientras que a otras 71 mil 852 hectáreas se le da otro uso como corrales o bodegas.
El coordinador estatal en Oaxaca del Inegi, Jorge López Guzmán, explicó que entre el censo agropecuario del 2007 y el que se realizó en 2022 se detectó que 672 mil 537 hectáreas cambiaron de vocación, ya que hace 15 años sumaban un millón 890 mil las hectáreas de uso agrícola y en el más reciente apenas se reportan un millón 217 mil 463.
Cuando se revisa qué extensión de tierra realmente se trabaja en la agricultura en Oaxaca, la cifra disminuye a apenas 909 mil 500 hectáreas, ya que 212 mil 460 no están sembradas por mal temporal, falta de crédito, por enfermedad del productor, no había quién las sembrara o están en descanso.
En el 2007 el Censo Agropecuario contabilizó un millón 192 mil hectáreas sembradas, por lo que la diferencia de 283 mil hectáreas abandonadas en 15 años representan para el subdirector estatal de Estadística Económica, Octavio Flores López, un cambio de uso de suelo agrícola a ganadero, principalmente en las regiones de la Cuenca, Istmo y Costa.
Ganadería, el anhelo
“Los productores toman ciertas decisiones en base a varios criterios, pero el más importante para ellos es qué les permite tener más ingreso y que les ocupa menos tiempo”, opina el gerente del Hub Pacífico Sur del Centro Internacional para el Mejoramiento de Maíz y Trigo (Cimmyt), Jaime Leal González.
En entrevista a propósito de la presentación de los primeros resultados del Censo Agropecuario 2022, considera que una ganadería extensiva puede hacer pensar al productor que no requiere mucho tiempo, “pero ser ganadero también tiene una ruta de aprendizaje” que la mayoría de veces no se tiene.
“Históricamente en el país una gran cantidad de productores tiende a desear ser un ganadero, les da estatus social en función de la especie y el número animales que tiene, algo que sucede desde la colonia”, pero no hay una respuesta clara del por qué las tierras agrícolas se desplazan o cambian su uso a la ganadería.
Reconoce que un factor constante para que el suelo se deje de usar para la agricultura es que la tierra “yo no dé lo mismo” porque al “sembrar de una manera convencional” hay una pérdida de nutrientes importantes en cien años de esta actividad.
Sin embargo, Jaime Leal observa otro problema, la falta de condiciones para que las y los productores mecanicen sus tierras que muchas veces están dispersas, no son grandes extensiones o se ubican en laderas.
Si en el año 2007 cada productor tenía en promedio 4.7 hectáreas de terrenos de cultivo, para el 2022 esa cantidad disminuyó a 2.9 hectáreas.
“No hay recurso, no hay dinero para invertir, no hay nada, no podemos abrir un negocio, por eso decidimos trabajar la tierra para tener algo de comer”, reconoce Abel sin intentar desanimarse y terminar por dejar de sembrar en las dos hectáreas que Abejones todavía le permiten cosechar maíz y frijol.
LO QUE ARROJA EL CENSO AGROPECUARIO 2022
1 millón 121 mil 290 hectáreas de superficie agrícola total
909 mil 500 hectáreas sembradas
212 mil 460 hectáreas no sembradas
2.9 hectáreas la superficie promedio por unidad de producción